jueves, 15 de mayo de 2014

EL PRECISO MOMENTO. Cuento breve.



El preciso momento.

               Debo decir, señora, que ya es tiempo de cambiarnos el trato y rozarnos algo más al saludarnos. Digamos,  hacerlo más cercano cuando ausentes sus hijos y los míos –más que indiferentes- ni sospechan que recorro su blusa al decir ‘hola’, ni que usted sonríe porque le ha gustado y aguarde algo más sustantivo que una caricia al paso. No que augure el reino de los cielos; ¿para qué tanto? Pero al menos convoque algo debajo de su falda en mitad del salón y sin testigos. Porque usted y yo en este instante, defendemos la vida al desprender botones hacia su torso anhelante, en tanto su caricia ya navega el vello de mi pecho.Nosotros somos grandes, bien lo sabemos al recontar los años y algún nieto. Más los labios todo saben y diestros son los dedos en ejercicios de ternura. Nuestras bocas bien conocen que no existe el ‘demasiado tarde’ ni argucias de remontar el pasado eternamente. La verdad de la especie entró en nosotros y a pleno de la mutua ternura en este único cuerpo que es el suyo y el mío. Y también sea la hora, señora, de empezar a tutearnos… (2014)
_______________________________________________________________________________________________________________________________________________Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.
                                               www.eduardopersico.blogspot.com 

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