lunes, 17 de febrero de 2014

Argentina y la confusión opositora. (Feb.014)


      Argentina y la confusión opositora.                                      
                                 
     ...y en este rumbo la oposición se desvaloriza cada día.  

Opinión de Eduardo Pérsico.
 _________________________________________________  
      
     Con una inédita anticipación a las elecciones de recambio presidencial a realizarse en octubre del 2016, los opositores al gobierno de la presidente Cristina Kirchner profundizan por todos los medios de comunicación una ruptura del orden constitucional, al cuestionar sin mesura la validez del ejercicio desde aquí hasta su recambio, que debería darse dentro de dos años. Un planteo inédito de la oposición mediática a la cual se suman y enrolan - de modo políticamente temerario- todo aquel con aspiraciones a ser electo cuando sea y donde sea. Haciendo una lectura nada voluntarista de la verdadera instancia jurídica en la que transcurre la gobernalidad de los argentinos, absolutamente legítima actualmente, y en un país en el cual la posibilidad electoral de todo candidato habitualmente declina o aumenta en los finales de cada campaña por ciertos imprevistos que los medios de comunicación no logran disponer a voluntad, - según aconteciera con la elección presidencial que ganara Raúl Alfonsín y años más adelante con el casi imprevisto candidato y electo presidente, Néstor Kirchner- sobrarían los ejemplos donde los comunicadores del liberalismo económico más cerril y de mirada fija suelen perder de vista en sus anticipaciones electorales, como en otros avatares donde opinan sin rigor y según indican sus avisadores.  Una falencia ya casi risible al exhibirse cada día más opositor a todo acto de gobierno, sumando a esa oposición los gestos y poses de sus empleados televisivos, que anticipan tremebundas novedades super revulsivas que al fin, en el terreno del análisis conceptual se les derrumba por ser meramente discursivas. Limitaciones más que evidentes al invitar panelistas que de tan temerarios proponen el recambio anticipado de mismo gobierno nacional que obtuviera válidamente esa designación. Además ratificada en las elecciones de medio término al mantener su mayoría parlamentaria de las Cámaras representativas. Pero esta antiética tilinguería de lesionar el entramado social con imposturas desde canales de televisión y diarios afines, a cualquier ‘buena memoria’ la retrae a anteriores y viejas movidas hacia el descalabro nacional que aunque hoy sea ciertamente improbable, nos ilumina de la presencia constante de los mismos aciagos personajes, tradicionales muchos de ellos y otros recientes francotiradores emigrados o echados del mismo riñón político del gobierno actual. Por disidencias que se atribuyen a esa lucha constante dentro del peronismo como fuerza mayoritaria, que en esta instancia se exterioriza por el apresuramiento juvenil de dos o tres candidatos sin las horas de vuelo para encabezar la dirección de una política de masas. Aptitud dirigencial más que imprescindible si hablamos de peronismo en serio, y que en esta circunstancia exhibe en el escenario algunas inflexiones opositoras dentro de la misma fuerza apresuradas por algunos desplazados o desclasados de turno. Y que al preguntarse y  saber, quienes reciben hoy ese desgajamiento nada aluvional de la fuerza principal que es el peronismo,  no tienen un mínimo programa económico y político superador de la gestión actual de la presidenta Cristina Kirchner. En tanto  detrás de eso y según los nombres que se vienen sumando a esa novedosa filiación; y al margen de los ubicuos tránsfugas partidarios de circunstancia; no se vislumbran muchas figuras convocantes además de los buenos augurios de familiares y amigos, ni personalidades con legajo propio digno de incidir seriamente sobre el accionar y destino electoral de los argentinos. Más aún si contabilizamos que todo reemplazo de la gestión política actual debe contar con un piso o espectativa electoral a nivel nacional que supere al menos la mitad de los votos emitidos. Que no son pocos si vale recordar que cualquier alquimia ideológica que válidamente puede ensayar la oposición, debe ofrecerle al virtual votante mucho más que las editoriales de los medios de comunicación adversarios del gobierno en la Argentina de hoy. Y en tanto la historia ejerce la fatalidad de sus reglas como una resonancia de la realidad, hoy a inicios del años 2014 el apremio por sustituir un gobierno legítimo que termina su gestión en menos de dos años, es una propuesta estéril y propia de gente muy pero muy adolescente. Pero bué... (feb.2014)-------------------------------------------
Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.   
www.eduardopersico.blogspot.com .

jueves, 6 de febrero de 2014

NI MAS NI MENOS UN TAL BORGES. Cuento. .




Ni más ni menos un tal Borges.  
                                                                   Cuento de Eduardo Pérsico.

        yo, que por sentirme siempre un porteño sobrador y canchero, jamás me alejé de Buenos Aires.
     Ni bien en cierta reunión celestial o endiablada y vaya uno a saber por donde, al reiterarse las  contradicciones sobre la poesía significante y demás brujerías, el viejo Borges retomó su bastón y pidió salir a tomar un poco de aire.

- Un día la gente caminará hacia el sur… .

- … Pero no se orientará por las estrellas de los viejos navegantes  – le bromeó  un ayudante astral al tomarlo del brazo.

-  O tal vez persigan otra constelación más incierta - insinuó a media sonrisa el viejo-. Y por favor, camine sin llevarme a remolque; quiero estirar las piernas y dejar de escuchar frases sobre muerte, penitencia y fatalidad del tiempo. Esos trebejos que aburren a cualquiera.  

- Tal vez. ¿Le gustan los animales, Borges?

- No me desagradaban. Cierta vez me regalaron un gato llamado Peppo, un nombre horrible que yo renombré Beppo, como un personaje de Byron. Pero el gato ni se enteró y siguió viviendo. Murió y recién ahí aprendí a extrañar su pelaje….

     Y por ahí vagaría la semejanza del gato Beppo con los tigres, otra recurrida alegoría del ‘más grande escritor argentino’, en tanto el mismo suponía que él, Borges, de haber nacido perro sería un abacanado cocker spaniel, propiedad de alguna dueña veterana que al cepillarlo cien veces csada tarde le prohibiera trompetear tachos de basura en la madrugada. Sí, Borges hubiera sido un soñador perro de living sin necesidades – y quizá como estando en vida, todavía sonriera por esa idea. .

- Fuera de los caballos, que me atraían pero nunca  los traté de cerca, en mi vida pródiga en libros no abundaron los  animales – insistió el viejo. Y hasta Beppo, aquel gato más ventajero que atorrante que se dejaba acariciar, al presentirlo dormido sobre el sillón me atraía por ese enigma que nos suponen los gatos.

- ¿Los recuerda como a ciertos compadritos y gente de acción? .

- No, es diferente. Yo admiraba a cierta gente de acción; Juan Muraña, Jacinto Chiclana y algún otro de fama; tan diferentes en valía a la sensación de arrancar una anguila del barrial mierdoso que fuera el Maldonado entre el griterío de los demás pibes. Aunque  en mi memoria, nunca logré suplir esas ausencias con el trato de la palabra escrita…   

- Muchos dicen ‘Borges se equivocó al ironizar demasiado la política de su país’…

- Cada escritor vale por lo que escribe y nada más; y en esa tarea yo jamás descalifiqué gauchos, compadritos, indios ni laburantes. Aunque en mi último tiempo me tentaron a exhibir cierta estupidez política como un juego; algo horrendo en quien por sentirme siempre un porteño sobrador y canchero jamás me alejé de Buenos Aires ni de su esencia. Esas turbias sonseras que pronuncié fueron opuestas a mi anhelo de rumbear al sur cuando quisiera; una pena.
     
     Y sin que nadie ‘lo lleve a remolque’, según él pidiera por el arcano y oculto tal vez del ‘más allá’, ha de proseguir viaje ese viejo socio de nadie, criado tras una cancela colonial, ciego, piel transparente, inflexión inglesa al silabear ‘Borges quiere decir burgués’ y auténtico patrón de milongas y cuchilleros imaginarios o no, algo que resulta lo de menos… .

- Recuerdo una noche de invierno con unos amigos, buscasndo por varias calles de Barracas algún guapo de esos que reportaran los escritores- y esto nadie sabe si el viejo lo dijera o lo pensó. . .
¿Para usted lo popular fue una invención literaria?
-         No tanto, pero esa vez de un frío impiadoso anduvimos con Bernárdez y Mastronardi sin hallar abierto ni un bodegón de esos que mencionan los tangos. Las rituales de esquinas con gente de reírse sin tomarse en serio, según esa manera de ser más inteligente, por entonces cerrarían muy temprano..  

- ¿ Y no recuerda a un almacén con dos tipos en contrapunto y de provocarse hasta en la mirada? Uno era ‘El Inglesito’ que tenía su rostro, Borges; pero ahí usted lucía una seda al cuello y alpargatas de carrero cubriendo sus guarangos empeines. El mismo que hamacándose en el mástil de la guitarra; o del bastón, vaya usted a saber, anduvo desafiando ‘yo vine al sur porque estoy buscando un hombre y dicen que por acá sabe haber’. Y el otro cantor de flor montada en la oreja que afinaba desprolijo las seis cuerdas lo apuró, ‘no busqués roña Inglesito que te vas a arrepentir’.

- Esa idea me gusta, suena lindo – tal vez se dijera Borges.

- Entonces el que atendía el boliche desancló una faca y dando un cojonudo planazo en la mugrienta tabla de cortar fiambre, puso fin al contrapunto diciendo: ‘ Sí, de madrugada por aquí pasan al puerto unos estibadores muy guapos de verdad y hombres de trabajar aguantando el infortunio. Y ustedes dos, matones de carnaval, en mi casa están de sobra’ -los prepoteó el bolichero.

-  Otra vez escuché el mismo relato y no me disgusta. Yo ahí soy el Borges que me hubiera gustado vivir y sentir; payador de provocar en los bodegones, emborracharse con ginebra gruesa y pelearse por alguna hembra como cualquier mortal. Esas y otras imaginaciones que mucho sufrí por no disfrutar de cuerpo entero.  

-¿Y si volvemos al lugar inexplicable donde estamos, Borges?

-         - Estaría bien. Por más que esa gente insabora insista en saber porqué decidí morime en Suiza y privarlos de ser multitud en mi velorio, volvamos que este  frío me jode mucho. (febrero 014)
Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en Lanús, Buenos Aires, Argentina.