lunes, 26 de noviembre de 2012

¿Y si dios quiere barajar de nuevo?



¿Y si dios quiere barajar de nuevo?  

                                                        Eduardo Pérsico.  

 El 19 de noviembre del 2012, el sacerdote Roy Bourgeois, - de Mariknoll, USA-  fue excomulgado de la Iglesia Católica por la Congregación Vaticana en  Doctrina de la Fe. La razón fue su apoyo a la ordenación de mujeres como sacerdotes. (De los diarios).

         La antropóloga mexicana Marcela Lagarde, estudiosa y contendora a favor de los derechos de las mujeres en países donde persisten  prerrogativa de género, -algunas medievales- sostiene que la violencia con motivación religiosa quizá sea actualmente la más peligrosa contra la población femenina. Y consciente que la política del Vaticano ha causado en México más daño a las mujeres que el narcotráfico, afirma que tanto ‘la cruzada de la Iglesia católica en los siglos XX y XXI es una política global contra los derechos humanos de las mujeres en España y Latinoamérica’. Y esta misma científica mexicana puntualiza que el  derecho al aborto en su país, fue construido ‘por mujeres de a pedacitos y en los últimos 50 años’; excelente definición.        

       Ubicarse a favor de la libre elección de la sexualidad y del aborto, que en países como Argentina cuenta el apoyo mayoritario de  la sociedad, eso mismo es desoído por un clericalismo primario que  nos viene de lejos: durante el segundo mandato de Juan Domingo Perón, en 1954, fue sancionada la Ley 14.394 de divorcio vincular que duraría hasta setiembre de 1955, cuando el golpe militar católico que usurpara  el gobierno, ante el revoleo de sotanas de inmediato la derogó. Luego,  en junio de 1987 y bajo el gobierno del radical Raúl Alfonsín se sancionó la avanzada ley 23.515, un avance jurídico en relación familiar todavía denostado por la misma tendencia confesional y adversa, -por reflejo- a todo criterio racional modernizador del inconsciente colectivo de la sociedad. Y basta con atender las prédicas de esos referentes religiosos al bendecir tanto a la persona creyente como a su riqueza, reverenciando así la tenencia material que hilando finamente, a los curas de barrio les origina una dualidad inexplicable frente al sacro precepto de ‘igualdad entre los hombres’. Y no resulta esa la única contradicción en los púlpitos menos pudientes: al evaluar las publicitadas y fastuosas catedrales de lujo, que al creyente más honesto y común lo deja en solitario esperando que dios le ofrezca algo parecido. Una sobria aspiración nada compleja en este tiempo realista y relojero donde transcurre la humanidad que nos contiene, en cuanto desde la época de Galileo fue aprendiendo que las congregaciones ultra terrenas son impiadosas con todo avance científico que no comparta su reinado. Según ocurriera por ejemplo al ubicar al Sol como centro del sistema planetario, certeza científica que para esos religiosos ‘destronaría a la Tierra en el origen de la Creación’ negando al ‘único Dios’ y otras convicciones medievales.

      Como ilustración también, en Argentina persisten los magros avances en hechos cometidos por religiosos, - pedofilia y otros abusos sexuales deleznables- que indicarían el trato preferencial y desparejo frente a toda acción delictiva de un personaje religioso. Predilección que hace unos años pidiera el Vaticano como entidad religiosa y sagaces discursos en los púlpitos, donde hasta su más elevada jerarquía se animó a exigir la inmunidad jurídica por los abusos de sus ‘servidores de la Fé’, incluyendo en ese trato a quienes violan internos en los seminarios o practican la pedofilia como un servicio piadoso. Aunque estos excesos no se dan fácilmente en otros países y en Irlanda y Bélgica, a saber, algunas entidades religiosas soportarían sanciones económicas por denuncias similares contra sus miembros. Así también sucediera en  la justicia de California, Estados Unidos, en el año 2011, donde hubo reclamos  a la Santa Sede como institución en un caso amparado por la Corte Suprema de ese país; se le rechazó la inmunidad en un hecho de pedofilia y el fallo dictó ‘que el Vaticano estaba  advertido de la perversión del religioso pero el Papa y la Congregación para la Doctrina de la Fe, (la misma que hace una semana excomulgó al sacerdote Bourgeois) no removieron al cura pedófilo’.

       Un poco al margen y en cuanto no se muestran tantos casos de curas excomulgados por pedofilia o violación de menores, recordamos a un televisivo cura joven que en un retiro ‘casi espiritual’, en Argentina se mandó un miserable abuso pedófilo contra un chico de doce años. Y pareciera que de milagro el tipo anda libre, pero bué…   

          Estos deslices y perversiones deberían inquietar a los seguidores doctrinarios de buena fé, o al menos parecerle un pésimo antecedente para todo  miembro institucional que pretenda ser una persona normal. En instancias cuando por otro andarivel y entre ruegos y sermones, hay católicos opuestos al uso del condón, a la unión entre seres del mismo sexo  y al aborto bajo cualquier circunstancia, que son civilizadas expresiones que junto al divorcio vincular pretenden una sociedad más libre, quiérase o no. Y si los honestos y auténticos creyentes advirtieran que un exceso de represión sexual por religiosidad no sólo alimenta las perversiones y genera desfasajes éticos, el retrógado discurso político que despobló las iglesias católicas en América Latina tiene esa explicación en primera línea, Sin olvidarse jamás que la más alta jerarquía católica de la Argentina fue una ferviente involucrada en la aberrante dictadura militar autora de horripilantes torturas; desaparición de treinta mil personas y la escabrosa apropiación de niños cuya búsqueda prosigue pese al diario Clarín. Y si bien no todo creyente es deudor de alguna  cruenta infamia, si su ‘señera’ institución prosigue con sus guiños hacia el diablo sería propicio barajar de nuevo. (Nov.012)      ______________________________________________________________

1 comentario:

  1. Señor Pérsico: Me gustaría remarcar que usted, como periodista, en su posición de discriminación contra niños, niñas, adolescentes y personas pedófilas, se muestra tan oscurantista y reaccionario como aquellos a los que intenta criticar. Muchas personas han mostrado poca solidaridad y compasión con los seres humanos que sufren persistente oprobio y humillación por su diversa orientación sexual. Criticarlas mientras se cae en eso, es cuanto menos, irónico.


    Nadie merece ser discriminado por su orientación sexual. Todas las personas tenemos los mismos derechos más alla de la orientación sexual con la que se haya nacido y nadie es “peor”, más “inmoral”, ni merece ser marginalizado, excluido o denigrado por ser pedófilo, homosexual, heterosexual, etc. Las personas que son pedófilas merecen tanto respeto como aquellas que no lo son.

    Muchos adolescentes y niños de 13, 14, 15 años descubren en esa etapa que son pedófilos y sufren a causa de esto la estigmatización y demonización de la sociedad a causa de una orientación sexual que no eligieron. Muchos jóvenes pedófilos intentan suicidarse como solución “aceptable” ante la discriminación y marginalización que sufren.

    Que una persona sea pedófila no significa que sea un criminal. Esto es obvio: ser heterosexual no te convierte en un violador de mujeres. Ni tampoco es una persona peor que el resto. Análogamente, ser pedófilo no te convierte en un violador de niños. Ni tampoco en un “depravado” o “perverso”, sino simplemente en una persona que nació con una orientación sexual distinta. Ni más ni menos.


    Se habla mucho de derechos humanos, pero en general se excluye sistemáticamente a las personas pedófilas. Que no lo son porque queremos sino porque así nacimos. Repito una vez más: solamente porque una persona tenga una orientación sexual diferente no significa que sea un delincuente (de otra manera caemos en la estigmatización de las minorías sexuales).


    Es flagrante la falta de empatía, integración y expresión que sufren las personas pedófilas. Esto es sufrido especialmente por los jóvenes y adolescentes pedófilos, que al descubrir su orientación sexual no tienen lugares ni medios a los cuales recurrir.


    Usted habla de excomulgar a alguien por “pedofilia o violación a menores”. Primero, el hecho de que mezcle y compare una orientación sexual con un crimen aberrante ya de por sí es repudiable. Segundo, NADIE merece ser discriminado por su orientación sexual. Nadie merece ser despreciado, excluido y marginalizado por ser pedófilo, transexual, gay, pobre o cualquier otro grupo que sufre opresión.

    ¿Cómo se sentiría usted si su hijo/hija de 14 años le dijiera que es pedófilo/a? ¿O si su mejor amigo se lo dijiera? ¿O su nieto o nieta? Nadie elige su orientación sexual, pero el hecho de ser diferentes no nos hace peores. Una persona pedófila tiene tanta dignidad, honestidad, moralidad y bondad como cualquier persona heterosexual.


    Me despido con un saludo y una invitación a enmendar sus palabras, a conocer las historias de los chicos y adolescentes pedófilos que sufren día a día la discriminación y estigmatización de la sociedad por ser diferentes. Muchos de estos testimonios se encuentran en mi blog, uno de ellos muy reciente sobre un chico de 14 que descubre que es pedófilo y la humillación y marginalización social que sufre a causa de su atracción.

    Si tan solo pudiera comprender la distinción más básica que existe entre tener una orientación sexual diferente no escogida (ser pedófilo) y comoter un crimen contra niños, y darse cuenta de que lo primero no implica lo segundo (de igual forma ser villero no implica ser criminal) estaría más que satisfecho.

    Muchos saludos y espero su respuesta.

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