Martín Fierro y gaucho Cruz según el Mingo Echeverri.
…y aquí me pongo a cantar con cualquiera que se ponga
Por Eduardo Pérsico.
Como Periodista
Especializado y Atemporal, yo el Mingo Echeverri acaso me despreocupé demasiado
de la ‘intertextualidad y adyacencias’ de la impiadosa soledad pampeana, pero ya
es tiempo de abordar el tema. En principio sabiendo que toda historia se
interpreta mejor más allá de lo sucedido, en tanto siempre subayacen debajo los pápitos de cuánto
no se contó y así, injustamente, se quedaron sin relato acciones de alguna
batalla que la historia posterior estimara decisiva, los acallados insultos y entredichos
de los personajes de cualquier novela exitosa y hasta por ejemplo, la calentura que debió bancarse
el cochero en el libro de Flaubert, al
transportar detrás suyo aquel novelero cuerpo a cuerpo entre su madame Bovary
con el Rodolfo Boulanger. Y en esa misma frontera de literarias omisiones, cómo
no imaginar el amasijo previo de Juan Moreira con su amante en el prostíbulo
donde al rato nomás lo mataran por ‘gaucho vago y mal entretenido’; y qué
injusticia nombrarlo así. Asimismo y sin desechar otros buenos ejemplos, imaginemos el quilombo mental
que sufriría ‘Funes el memorioso’, - personaje del viejo Borges- si se olvidaban
de darle la pastilla recordativa para devolver a su marote hasta el formato de
un árbol hoja por hoja, según él sabía memorizar. Y por esa obligación de
Periodista Especializado y Atemporal que detento, con seriedad y no como esos temerarios
que hablan de literatura en el suplemento dominical ignorando hasta quién soy
yo; el Mingo Echeverri; les ilustraré a
propósito de ‘la intertextualidad y sus alrededores’ en un diálogo de Martín
Fierro con el gaucho Cruz. Renglones que omitiera en su libro el mismísimo José
Hernández, y ni siquiera insinuara lo ciertamente hablado en los anocheceres por esos dos aparceros de la soledad
pampeana.
-
Y
sí, - en algún momento habrá dicho el gaucho Cruz- aquí el agua está a un metro
abajo nomás; hay brotes de duraznillo
blanco y ese dato es infalible. Pero hoy y de seguir hablando de la pampa argentina,
me gustaría saber don Martín: ¿es usté freudiano o lacaniano?
- Según de ande sople el pampero, gaucho Cruz. ¿Pero diande sacó usté esa pregunta de la intimidá?
- Es que si debemos seguir otro siglo más en esta soledad, hay que rebuscar algún tema de conversación. ¿No le parece? – y la carcajada de esos dos gauchos sacudió parte del campo argentino… No tanto pero casi.
- Según de ande sople el pampero, gaucho Cruz. ¿Pero diande sacó usté esa pregunta de la intimidá?
- Es que si debemos seguir otro siglo más en esta soledad, hay que rebuscar algún tema de conversación. ¿No le parece? – y la carcajada de esos dos gauchos sacudió parte del campo argentino… No tanto pero casi.
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Tiene su razón paisano. ¿Se acuerda del Mingo Echeverri, ese pueblero que se las sabe todas? Bueno,
anda diciendo que en cien años más o menos, en estos parajes se casarán mujer
con mujer y varón con varón. Y mucho antes de esa perdición ya existirán
dotoras, comisarias y hasta presidentas de tacos altos y pollerita corta que
nos indicarán como hay que caminar, sentarse para comer y otras cosas difíciles
de explicar sin usar malas palabras, que usté sabe. Y andan avisando que cuando
menos lo esperemos se van a descargar con el matrimonio igualitario y otras
indecencias. ¿Qué me dice? Matrimonio igualitario…
-
¿Y
eso de igualitario qué quiere decir, don Cruz?
-
¿
Ni siquiera lo supone, don Martín? /Qúe flaca imaginación/ Mujer entre ellas,
hombre contra hombre, yo tu él los otros las otras y ella…
-
•
Yo les aviso desde ya a familiares y amigos, conmigo a eso ni lo sueñen -
carcajeó el gaucho Martín Fierro y la siguieron con el gaucho Cruz yendo y
viniendo con esa ‘brujería del matrimonio igualitario’.
-
•
Bueno, eso llegaría ni bien empiecen a mandar las hembras. Y vea usté, gaucho
matrero, si esa es manera de pensar una persona humana.
-
-
Pero
a eso le aconsejo que ni se oponga. Es un negocio redondo, gaucho Cruz. ¿Qué maldición
de diablo mandinga ni cuento chino? Que ellas se hagan cargo de todo y nosotros
a disfrutar. ¿Le parece poco? – y las risotadas de ambos paisanos se oyeron
hasta en la pampa de al lado. (dic.013)
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Eduardo Pérsico nació en Banfield y vive en
Lanús, Buenos Aires, Argentina.
www.eduardopersico.blogspot.com
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